El reciente anuncio del
secretario de Salud, Salomón Chertorivski, en el que aseguró que a partir del
próximo ciclo escolar vacunarán contra el virus del papiloma humano (VPH) a
todas las niñas de quinto y sexto de primaria en todo el país a partir del
ciclo escolar 2012-2013, como medida preventiva del cáncer cervicouterino refleja
solamente un avance en el acceso público y gratuito de la atención a la salud
de más de un millón 300 mil niñas mexicanas, quien en un futuro serán las
mujeres productivas y reproductivas de este país.
El objetivo es prevenir el cáncer
cervicouterino, que afecta a mujeres jóvenes y en edad productiva, sobre todo
en las regiones más desprotegidas, pues en México mueren entre 10 y 12 mujeres
al día a causa de este mal, y cada año poco más de cuatro mil, cuando el cáncer
de ese tipo es curable si se diagnostica oportunamente.
La infección por VPH es uno de
los contagios de transmisión sexual más frecuentes entre la población, al
infectar a 80% de las personas, en la mayoría es transitoria y desaparece de
forma espontánea; sin embargo, tres de cada dos mil mujeres desarrolla cáncer
si no se previenen o tratan las lesiones precursoras.
El uso generalizado de la vacuna
podría evitar la muerte de más de dos mil mujeres al año y prevenir un número
importante de lesiones precancerosas. La estrategia de vacunación contra el VPH
es costo-efectiva, lo cual representa una importante oportunidad para reducir
de forma significativa la carga mundial del cáncer cérvico uterino.
Entre 2008 y 2010 el sector salud
vacunó a un millón 125 mil 449 niñas o adolescentes contra el VPH. Hace cuatro
años, cuando inició la inmunización en los 125 municipios con menor índice de
desarrollo humano, se protegió a 82 mil 500 niñas. Durante 2011 la Secretaría
de Salud vacunará en todo el país a 433 mil 559 menores.
En 2009 el IMSS y el ISSSTE, así
como algunos gobiernos estatales se sumaron a esta estrategia, logrando vacunar
a 477 mil niñas. Para 2010 la cifra se incrementó a 566 mil 290 en el sector
público. Ello ha permitido facilitar la logística en campo y reducir el costo
del esquema completo.
Parece ser que los resultados han
sido y siguen siendo “muy alentadores”, pero es preciso decir que la vacuna sirve
a una mujer adulta que no ha estado en contacto con el virus, pero no a la que
tiene la infección, pues la vacuna no es curativa sino preventiva, y que cuando
se aplica tempranamente, los modelos de anticuerpos con la segunda dosis
alcanzan prácticamente niveles de 95 por ciento.
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